En las últimas horas, se dio a conocer una curiosa historia médica que por poco le cuesta la perdida de visión a una mujer en California, Estados Unidos. Se trata de una paciente de 70 años de edad, quien acudió a urgencias debido a un fuerte dolor y visión borrosa en uno de sus ojos.

La Dra. Katerina Kurteeva compartió un video en sus redes sociales donde se puede evidenciar la razón de la molestia de la desesperada mujer. Tenía incrustado en su ojo 26 lentes de contacto que ya le estaba produciendo daños a la visión.

“Una rara ocasión en la que alguien ‘olvidó’ quitarse los lentes de contacto por la noche y siguió poniéndose uno nuevo cada mañana. ¡23 días seguidos! Llegué a entregar el paquete de lentes de contacto ayer en mi clínica”, escribió la doctora en la cuenta de Instagram de California Eye Associates.

Los lentes de contacto terminaron allí luego de que la descuidada paciente se los colocara a diario, pero estaba olvidando una parte muy importante, retirarlos al culminar el día. Este hábito hizo que rápidamente sus ojos se fueran copando de lentes, lo que generó dolor y dificultad para ver.

Debido a que los lentes estuvieron alojados en los ojos debajo del párpado de la mujer durante cerca de un mes, cuando la doctora Kurteeva revisó el área afectada se encontró con que todos se encontraban pegados y con una coloración extraña.

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Al momento de atender el caso, la Dra. Katerina Kurteeva no se imaginaba el caso que estaba apunto de presenciar, situación que luego la llevaría a sentir preocupación por lo que podría sucederle a la vista de la mujer, así lo expresó en un ensayo escrito para Insider.

“Mi mente saltó a las posibilidades de lo que podría ser: un pedazo de lente de contacto roto, un rasguño en la córnea, una infección, una pestaña o restos de maquillaje. Solo lo sabría con certeza una vez que hiciera el examen”, expresó.

En el procedimiento que se le realizó a la mujer se levantó el párpado para tomar manualmente los lentes de contacto directamente en el ojo. Al comienzo no fue sencillo identificar lo que producía la molestia, esto se debe que los lentes se encontraban alojados en la parte más lejana del ojo, por lo que tuvo que utilizar un instrumento llamado espéculo palpebral.

Este mantendría el parpado superior e inferior abiertos, al pedirle a la paciente que mirara hacia abajo se pudo divisar los primeros bordes de lente. Al jalar los primeros, los otros iban saliendo en cadena, puesto que se encontraban pegados unos a los otros.

La doctora Kurteeva fue clara en señalar que en sus 20 años de trayectoria nunca había visto un caso parecido al de esa mujer.

Inmediatamente fueron retirados los lentes, la paciente empezó a sentir alivio ante su dolencia y dificultad visual. La mujer había tenido dentro de un ojo 26 lentes de diferentes colores como verdes y amarillos.

Para la experta en salud visual que atendió el caso, la descuidada paciente estuvo en alto riesgo de perder la vista por una lesión en la córnea o como consecuencia de una grave infección ocular, por lo que le recomendó nunca más volver a utilizar lentes de contacto así como darle constante descanso a sus ojos.

Días después, la mujer de 70 años volvió a control y sus ojos ya se encontraban en mejor estado, por lo que afortunadamente está fuera de peligro.

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