Las gafas de sol es uno de los complementos que más nos ayudan a definir nuestro estilo. Le dan un toque original a cualquier ‘look’ y, además de bonitas, son útiles y cómodas, sobre todo en verano. Con cristales polarizados, con forma redonda, cuadrada, con estampados... Año tras año se convierten en el accesorio protagonista de la temporada pero, ¿cuál es la clave para elegir las más favorecedoras?

La forma de nuestra cara es fundamental a la hora de escoger unas gafas de sol. Tenemos que intentar encontrar algo que equilibre y suavice las características de nuestro rostro. En este sentido, Umberto Castillo, 'brand manager' de Sunglass Hut, asegura que "el mensaje que siempre damos es que hay que jugar con los contrastes". 

Por encima de todo, Castillo recuerda que lo más importante es el gusto personal de cada uno: "Al final la decisión es del cliente. Si te gusta la forma redonda y yo diría que te quedan mejor las cuadradas, la decisión es tuya". El experto señala que, muchas veces, "tenemos un rechazo a probar algo que pensamos que no nos va a quedar bien". 

Sin duda, las gafas de sol son un accesorio perfecto para innovar y salirse de lo básico. Pero, sobre todo, si queremos encontrar una gafa para el día a día, tenemos que apostar a lo seguro. El periodista de moda y CEO de CoolHunting, Jesús Reyes, asegura que: "Lo primero que hay que tener en cuenta es que se adapten 100% a cada visagismo, que sienten armoniosas y favorezcan, más allá de que te gusten o sean tendencia". Por ello, dos de los aspectos en los que debemos fijarnos antes de invertir en uno de estos accesorios son la forma de nuestro rostro y el tono de nuestra piel. 

Siguiendo esta idea de buscar el contraste, los expertos nos recomiendan que, si tenemos un rostro más redondo, más ovalado, sería mejor apostar por formas más angulosas. Con unas gafas cuadradas o rectangulares conseguiremos darle equilibrio a esa forma redonda de nuestra cara.

Si tienes un rostro muy anguloso, con la mandíbula más marcada, Umberto nos aconseja que lo que debemos buscar son formas más suaves o redondeadas. Estas formas lo que conseguirán es suavizar los ángulos más pronunciados de nuestros rasgos faciales. También si tu rostro tiene una forma algo más rectangular, Jesús Reyes recomienda unas gafas de lente redonda. 

Para aquellas que tengan un rostro con forma ovalada, siempre se aconseja unas gafas de estilo cuadradas para que disimulen esa forma. También son una buena opción las gafas con efecto 'cat-eye', porque, según Reyes, estilizan el rostro y alargan las mejillas. 

Hay pequeños truquitos para jugar con los rasgos de nuestro rostro, de nuevo, creando un contraste. Para una cara más alargada, lo más favorecedor será buscar varillas más gruesas, ya que ocupan un poco más y acortarán la imagen alargada del rostro. Las gafas con patas gruesas, más 'chunky' están muy de moda este año, así que, si quieres equilibrar ligeramente la forma de tu rostro, no te será complicado encontrar una buena alternativa. 

Con los rostros más chatos ocurrirá lo contrario. Una gafa grande, con patas gruesas, cubrirá demasiado espacio en nuestra cara, potenciando la forma natural de nuestro rostro. Por ello, Umberto Castillo nos recomienda buscar unas gafas más finas, con una varilla metálica, por ejemplo. 

Otra de las cuestiones a tener en cuenta cuando vamos a adquirir unas nuevas gafas de sol es el color, tanto de la montura como del cristal. Lo ideal es que sea de un color relativamente neutro, de forma que podamos combinarlo con la mayoría de nuestras prendas. No obstante, cualquier color puede ser una buena opción si sabemos cómo combinarlo adecuadamente. Los expertos nos recomiendan fijarnos no solo en la paleta de colores de nuestro armario, sino también en los subtonos que presenta nuestra piel, de forma que encontremos unas gafas que favorezcan a nuestro rostro. 

En lo que respecta al color de nuestro rostro, se pueden distinguir dos tonos de piel: los que tienden hacia el dorado o marrón (tonos cálidos) y otros que van más hacia los plateados, (tonos fríos). De nuevo, seguimos el mismo concepto que en lo que se refería a las formas: el contraste. Si tienes un tono cálido, te quedarán un poco mejor los tonos fríos y, si tu rostro tiene un subtono más frío, lo ideal serán unas gafas de colores cálidos. 

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