Bodas en Bizkaia: Pedida en Noja y boda en Ziarsolo: la historia de Nerea, la novia retro del verano | El Correo

2022-10-09 12:14:33 By : Ms. Mark Ying

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Nerea, la novia vizcaína que brilló en su boda con un vestido que nos transporta a los años 40 / Marta Etxebarria

Las fiestas de los municipios vizcaínos son la cuna de apasionantes historias de amor que, en muchos casos, terminan en boda. El flechazo sorprendió a Inés Jaén y Fuen Careaga una Aste Nagusia; Tania Giraldo y Beñat se enamoraron en la festividad de San Fausto, patrón de Durango; y las fiestas patronales de Ugao-Miraballes en honor a la Virgen de Udiarraga unió «para siempre» a Nerea Valiente e Iñaki Sanfrutos, los protagonistas de nuestra siguiente historia. «Nos conocíamos de vista, pero digamos que la vida nos había llevado por caminos diferentes. Iñaki vivió varios años en Londres y Burdeos, y después volvió a casa. Una noche nuestros amigos se retiraron y nos juntamos para seguir con la juerga. Desde entonces, no nos hemos separado», recuerda esta vizcaína de 31 años.

Tras siete años de intenso romance, las aguas de una playa de Noja presenciaron la pedida de mano de Iñaki a Nerea. «Yo ya se lo había pedido antes en broma; me dijo que no. Tres semanas después, él lo hizo muy en serio. En ese momento no hubo anillo, pero no hizo falta. Me sorprendió con él una mañana en la que me trajo el desayuno a la cama», cuenta sonriente. La pareja se dio el 'sí, quiero' el pasado 27 de agosto en la finca Ziarsolo, ubicada en el parque natural del Gorbea (Bizkaia). Un día «inolvidable» en el que Nerea sorprendió con un vestido de novia retro que nos transporta directamente a los años 40. ¡Un regreso al pasado en toda regla!

Esta vizcaína, que siempre soñó con el día de su boda, llegó indecisa al 'atelier' bilbaíno Paredero Quirós, ubicado en la Alameda de Mazarredo número 65. «Tenía muy claro lo que no quería, pero no tenía ningún diseño en mente», cuenta. Eso sí, desde un primer momento la vizcaína descartó el tradicional blanco para su gran día. En su lugar, eligió un suave color 'nude' del que se enamoró cuando Natalia, la profesional que regenta el 'atelier' de novias, le mostró un especial tejido elaborado en georgette de seda plisada. «Me enamoré de él. Con esta tela comenzó todo», asegura. En un proceso «sencillo», a juicio de la novia, la experta fue ideando el vestido de los sueños de Nerea. «Desde el primer momento captó mi idea. Además, Natalia se guió en todo momento por mi estilo retro a la hora de vestir», indica. El resultado fue una especial pieza con acabados desflecados y mangas abullonadas al puño.

La novia completó el 'look bridal' con un cinturón con hebilla de 'carey', unas sandalias en color blanco roto y tacón de cuatro centímetros de la firma francesa 'Namosei' y un original velo largo de seda natural y drapeado a mano que añadió a su estilismo a última hora. «Era consciente de que el diseño pedía velo, pero no me lo planteé antes porque en agosto tuve un problema de visión. Pensaba que me iba a tener que casar con gafas de sol para ocultar un parche, pero finalmente, mejoré y no hizo falta», cuenta.

Nerea e Iñaki se despertaron juntos en su casa del municipio de Ugao-Miraballes el día de su boda, ella sorprendentemente tranquila y él demasiado inquieto. A las 8.00 horas, ya en la finca Ziarsolo, la novia comenzó a prepararse para su gran día en compañía de su madre, su prima y su hermana pequeña. «Esta última me regaló un precioso vestido que llevé antes de ponerme el vestido de novia», detalla. La estilista Alazne Montero moldeó su melena rubia con unas ligeras ondas 'vintage'. Peinado al que añadió una peineta con forma de estrella de la joyería madrileña Suma Cruz cuando se desprendió del velo para el convite. La 'make-up artist' Alba Herrera, por su parte, la maquilló con un 'look beauty' natural centrado en unos labios 'rouge' burdeos muy propio de las novias de los años 40.

La ceremonia, organizada por la wedding planner Itziar Ortuondo, tuvo lugar en la entrada del caserío de la finca Ziarsolo a la 13.30 horas frente a 121 invitados. Ya con su ramo de rosas blancas entre sus manos, Nerea cruzó el pasillo hacía el altar al ritmo de la canción Carla Morrisón, versionada en directo por Carla Delgado, y en compañía de sus padres, Maite y Javier. «No quería que solo mi aita me acompañara. Decidí romper esa antigua tradición. Para mí, no tenía sentido», cuenta. Una ceremonia amena oficiada por Ander y Naiara, dos amigos de los novios, que provocó lágrimas en la mayoría de los asistentes y que contó con unas sentidas palabras de la ama de Nerea. «Fue toda una sorpresa», precisa.

Tras el «sí, quiero», sus amigos les sorprendieron. Las de Nerea bailaron la danza vasca 'Agurra', y los de Iñaki demostraron sus dotes al ritmo de 'Despechá', el tema viral de Rosalía. Animada coreografía que precedió a un prolongado cóctel ambientado por el grupo 'The Dolphiners' y que tuvo lugar en uno de los jardines de la finca vizcaína. «Para el convite, contamos con una mesa de La Manducateca porque somos muy fans del comercio de Bilbao. ¡Fue una gran elección!», añade. En aquellos instantes, la pareja aprovechó para hacerles llegar unas cartas a los invitados más especiales, y también sorprendieron a sus amamas con tres ramos de flores. «Se los entregamos en privado y antes de lo habitual para evitar que se pusieran nerviosas», reconoce.

Un comedor decorado por 'Flores Lekandapean' albergó la breve cena. «No queríamos alargarla mucho porque teníamos muchas ganas de darlo todo», confiesa la novia. El baile de Nerea y su aita al ritmo de la canción 'Shape of My Heart' de Sting abrió una fiesta que se pronongó hasta las 00:30 horas y en la que se pudieron esuchar temas de indie español, pop actual y, como no, la canción del verano, 'Quedate' de Quevedo. «Sonó cuatro veces por lo menos. No soy de estas canciones, pero chica, menudo éxito», cuenta entre risas.

Nerea e Iñaki pusieron el broche final a su enlace con una luna de miel en Santo Tomé y Príncipe, en África. «No teníamos preferencia en cuanto al destino, pero cuando vimos imágenes alucinamos porque es un paraíso todavía sin explotar», asegura. Esta pareja que comenzó su historia de amor en unas fiestas patronales de Ugao-Miraballes siempre recordará su boda. «Ha sido el día en el que hemos sentido mayor amor de nuestras vidas. Como me dice Iñaki, 'el año que viene repetimos'», zanja.