Consejos de los expertos para cuidar tu vista si lees en papel o en pantallas

2022-10-15 13:19:33 By : Ms. Heny pei

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Día Internacional del Libro

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La unanimidad es completa: leer tiene efectos muy positivos. Desde pequeños las familias, y después en la escuela, se afanan en que los niños aprendan las letras para que pronto ganen agilidad lectora. Y es que, entre otros beneficios, leer implica capacidad de comprensión, concentración, aprendizaje, favorece la creatividad, disminuye el estrés, mejora la memoria.. . En una fecha como hoy, Día Internacional del Libro, se recuerda la importancia de leer libros, aunque muchos ya lo hacen también en formato electrónico. Sea sobre el papel o sobre las pantallas, los especialistas quieren aprevechar la ocasión para recordar la importancia de cuidar los ojos y prevenir problemas de visión .

Y es que, tal y como reconocen desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO) , la población española no sigue los correctos hábitos de lectura para la protección de la visión, independientemente del formato en el que lean. Por este motivo, señalan que, a grandes rasgos, se deben seguir una serie de pautas relacionadas con la ergonomía visual, como adoptar una postura erguida, parpadear con frecuencia, descansar los ojos unos minutos observando un objeto o paisaje lejano y utilizar gafas o lentes de contacto para leer bajo prescripción.

En este sentido, desde la Clínica Baviera insisten en seguir los siguientos consejos para una correcta salud visual:

Es uno de los consejos más repetidos. Descansar y mirar a un objeto lejano para evitar la fatiga ocular, reduce las posibilidades de general problemas como el aumento de la miopía. La regla del 20-20-20 consiste en descansar 20 segundos por cada 20 minutos de lectura mirando a una distancia de 20 pies (6 metros). Es importante relajar los ojos y apartar la mirada del esfuerzo ocular que requiere en muchos casos la lectura.

Parpadear con frecuencia e hidratar los ojos

Está demostrado que cuando leemos no parpadeamos lo suficiente, lo que puede derivar en sequedad ocular, algo que puede resultar bastante molesto. Para paliar este efecto secundario, es recomendable utilizar colirios o lágrimas artificiales para mantener los ojos limpios e hidratados.

Utilizar una iluminación adecuada

Es importante leer en un espacio bien iluminado. Lo ideal es poder contar con una luz natural que nos permita leer sin problemas, pero en caso contrario, es recomendable que la luz artificial utilizada no impacte directamente en nuestros ojos sino en el libro y evitar las sombras, además de una luz cenital. En el caso de los libros electrónicos, es importante ajustar la luz de la pantalla. Poder leer con claridad es primordial para no forzar la vista y evitar el sobreesfuerzo por intentar enfocar demasiado.

No importa si leemos en formato tradicional, tablet u ordenador. Es importante mantener una distancia adecuada para evitar molestias en la superficie ocular. Se recomienda guardar una distancia de unos 40 centímetros entre nuestros ojos y el libro o dispositivo utilizado, sobre todo entre los más pequeños. Está demostrado que los niños son los que se acercan más los dispositivos a los ojos y es una costumbre que se debe corregir desde edades tempranas.

Otro detalle al que hay que prestar atención es la postura que adquirimos cuando leemos. Es importante que el dispositivo esté colocado debajo del eje visual por eso no es recomendable leer tumbado o con el libro muy elevado. Cuando nuestro material de lectura está en la posición correcta y nuestra mirada se dirige hacia abajo, el párpado cubre gran parte de la superficie ocular evitando irritaciones en estructuras cómo la córnea.

Revisar la vista periódicamente

Es importante revisar de manera periódica la vista desde edades tempranas ya que, a la hora de leer o de estudiar pueden aparecer síntomas como sequedad, fatiga ocular o visión borrosa. Visitar a tu médico oftalmólogo será determinante para hacer una valoración de tu salud visual y así prevenir la aparición de futuros problemas.

Y es que, si no se siguen estas indicaciones a la hora de leer, «podemos percibir signos o síntomas como sequedad ocular, picor de ojos, visión doble o dolores de cabeza», tal y como apunta el decano del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO), Juan Carlos Martínez Moral. Ante estos casos, anima a acudir a un establecimiento sanitario de óptica para que el óptico-optometrista realice un examen visual completo y ofrezca la mejor solución para compensar este tipo de problemas.

Explican que algunas de estas manifestaciones, como la fatiga ocular, son propias del Síndrome Visual Informático (SVI), una afección muy común entre los que utilizan con asiduidad cualquier tipo de pantalla para leer, como libros electrónicos mal iluminados, tabletas, ordenadores y móviles, entre otros.

Por ello, estos especialistas advierten que es adecuado el uso de soportes digitales homologados para la lectura y compensar con gafas o lentes de contacto defectos refractivos como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, ya que « un mal uso prolongado de un dispositivo, unido a un defecto visual sin compensar, puede provocar fatiga visual, cefalea y mareos», añade Martínez Moral.

El libro electrónico, recomendable frente a las pantallas

Desde el CNOO aseguran que los ordenadores, tabletas y móviles son similares entre sí porque cuentan con pantallas que se iluminan, lo que supone un inconveniente para los ojos del usuario que tiene que mantener la mirada fija en una fuente de luz directa que provoca fatiga visual.

Por el contrario, los libros electrónicos utilizan tinta electrónica , lo que significa que sus pantallas no están iluminadas, sino que ofrecen una imagen que debe ser iluminada desde fuera, al igual que ocurre con el papel. Por este motivo, la luz ambiental resulta clave para tener una visión cómoda.

No obstante, «la lectura de un libro electrónico, ordenador o libro en papel, independientemente de si la pantalla está retroiluminada o no, puede provocar fatiga visual, por lo que los descansos cada cierto tiempo son recomendables», matiza el decano del CNOO.

En relación con el tipo de soporte a la hora leer, el doctor Francisco Javier Hurtado, oftalmólogo-pediátrico en el Instituto Nacional de la Visión , señala que « no se ha demostrado que el uso de las pantallas perjudique a la salud ocular más que un libro , pero los niños pasan más tiempo con ellas y por tanto tienen más problemas visuales derivados de una actividad cercana sostenida». En este sentido, el doctor Hurtado asegura que las anomalías más comunes que produce el uso de pantallas son «sequedad ocular, fatiga visual, dolor de cabeza y miopía infantil», por lo que recomienda a los más pequeños no pasar más de dos horas al día frente a dispositivos electrónicos.

Leer en dispositivos electrónicos

Con objeto de evitar la fatiga ocular y otros problemas visuales derivados de unos malos hábitos de lectura, el CNOO recomienda seguir estos consejos, especialmente para aquellas personas que leen a través de pantallas:

— Descansar 5 minutos por cada hora de lectura.

—Para relajar los músculos oculares , alternar la visión entre un objeto cercano y otro lejano cada 20 minutos (mirando por la ventana, por ejemplo).

—Parpadear con frecuencia y, si existe sequedad, acudir al óptico-optometrista.

—Ajustar el brillo y contraste de la pantalla para que esté en consonancia con la iluminación de la habitación.

—Tratar de leer con la luz apropiada (mejor si es natural) y optar por una iluminación lateral para evitar los reflejos.

—Al leer en un monitor, aumentar la velocidad de refresco de la pantalla. Una cifra de 70-75 Hz se considera una buena medida para reducir la fatiga visual.

—Si se utiliza un libro electrónico, mantenerlo a unos 35-40 cm de distancia de los ojos.

—Ajustar el tamaño de la letra del dispositivo.

—No usar medios electrónicos si se está cansado.

—Acudir al óptico-optometrista si nota molestias o algún problema visual.

Con las miras puestas en la prevención, sesde el Instituto Nacional de la Visión, el doctor Hurtado recuerda la necesidad de hacer revisiones a los niños de entre 3-5 años, llevándolos a un especialista para descartar posibles problemas como hipermetropía, astigmatismo o la ya mencionada miopía infantil, sobre todo si existen antecedentes familiares. Ésta última anomalía puede detectarse desde entornos familiares o desde el propio colegio donde se puede observar que el niño se acerca mucho a los libros o se queja de no ver bien la pizarra.

Hay que tener especial atención cuando los dos progenitores son miopes porque uno de cada 2 hijos podría ser miope, relación que desciende hasta uno de cada 3 cuando solo el padre o la madre lo es y uno de cada 4 cuando ninguno de los padres es miope. Además, el estilo de vida actual puede influir en el desarrollo: tareas prolongadas de cerca como leer, jugar a videojuegos, o permanecer muchos minutos seguidos con la vista enfocada en las pantallas aumenta el riesgo de aparición o progresión de la miopía. Sin embargo, salir al aire libre a realizar actividades previene la aparición de la miopía, aumenta la síntesis de la Vitamina D y ayuda en el proceso de desarrollo normal del ojo.

Esta es una llamada de atención a padres, adultos y profesores para conseguir que la lectura sea un hábito saludable y seguro en los más pequeños. «Poniendo en práctica los consejos de los especialistas conseguiremos que los niños tengan una mejor salud ocular, puedan disfrutar a lo largo de su vida del delicioso hábito de leer y mejore su calidad de vida», advierten.

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