Como en todo, la guerra también se ha adaptado a los cambios tecnológicos, esto quiere decir que tanto el equipamiento, la estrategia o el propio combate en sí ha cambiado, uno de los ejemplos que demuestran esto son las nuevas gafas con visión nocturna y cámaras que van a comenzar a usar los soldados del Ejército de Tierra español.

Como se puede leer en el documento de Fuerza 35 del Ministerio de Defensa, la creación de este tipo de tecnología "surge por la necesidad de dotar al combatiente de un equipo que le permita aumentar las capacidades de combate, su integración en la unidad, e interoperar en estructuras conjuntas y combinadas, en un entorno cada vez más tecnificado".

Las inversiones del gobierno en armamento militar más moderno y tecnológico es algo esencial para no quedarse desfasado. La compañía especializada en electrónica, Thales, ha querido especializarse en este tipo de material y ha llegado a un acuerdo con el gobierno de España para impulsar el Programa del Sistema de Combatiente a Pie (SISCAP) al suministrar un total de 8 gafas Minie-D/IR.

Estas gafas se suman a las otras 6 de las que ya disponía el ejército y que había utilizado para instalar en los vehículos 8x8 Dragón de los que disponen. Lo que hace especiales a las gafas Minie-D/IR, es que son un sistema modular y adaptable a los distintos escenarios y misiones a las que se enfrenta un soldado.

Lo más destacable de estas gafas es su capacidad para fusionarla imagen intensificada ligera con la imagen infrarroja, lo que supone un salto cualitativo vital para operaciones nocturnas de los soldados que van a pie, porque les permite ver en la oscuridad. Este producto también destaca por su ligereza, algo importante para las misiones, ya que tan solo pesan 500 gramos.

La relación del ejército español con Thales, no es novedosa, pues ya han colaborado en el pasado. Un ejemplo de ello son las cámaras térmicas portátiles Sophie que llevan tanto el ejército de Tierra como la Guardia Civil. Este producto funciona como localizador de objetivos ya que permite la detección de calor corporal a más de 7 km de distancia, lo que lo hace muy útil a la hora de detectar enemigos.