Llevar puestas unas gafas de sol nos hace sentir más atractivos. ¿Existe una explicación científica a esto? Parece que sí, al menos eso es lo que trató de explicar la experta de la Nottingham Trent University Vanessa Brown en lo que fue su tesis doctoral, tal y como recogen The Guardian y Science of Us.

Habría varios efectos visuales y psicológicos detrás de la percepción que hace de nosotros personas más atractivas cuando llevamos puestas unas gafas de sol:

Simetría: las gafas de sol ocultan la asimetría y arrugas alrededor de los ojos. El aspecto simétrico en el rostro proporciona sensación de rostro más bello.

También sugieren una estructura ósea más atractiva, firme y con menos partes 'blandas'.

Misterio: las gafas de sol también añaden un aire de misterio a la persona. Los ojos son una de las partes de nuestro cuerpo que más información aportan sobre uno mismo. Llevarlos ocultos generan misterio sobre lo que la persona piensa o siente. Ese misterio, agregaba Brown, siempre es algo que resulta atractivo al ser humano.

Componente cultural: existe también un componente cultural que ha ido asociando las gafas de sol a personas aventureras (aviadores), atletas (deportistas) o glamurosas (mundo de la moda).

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